Las ocho competencias que debe aprender tu hijo o hija en el siglo XXI
La educación de las nuevas generaciones deberá responder directamente a los cambios que se están realizando en nuestra sociedad actual. Una educación unida intrínsecamente a las distintas competencias en el ámbito profesional, personal y social. Te desgranamos las ocho principales competencias que deberás tener en cuenta a la hora de inscribir a tu hijo e hija en un centro escolar.
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El mundo globalizado y la sociedad cambiante en que nos encontramos hacen que la educación tenga que adaptarse y responder al gran reto de formar una ciudadanía que pueda desempeñarse en esta nu eva realidad. Los centros escolares, por tanto, son los agentes necesarios para poder dar respuesta a estas necesidades y desarrollar las competencias fundamentales que deberá adquirir el alumnado del siglo XXI.
Estas competencias están directamente relacionadas con el éxito en el ámbito profesional, personal así como social, y están alineadas con una mentalidad de crecimiento de la persona. Dentro de las mencionadas competencias, estas son las más reseñables.
- TRABAJO EN EQUIPO
Saber trabajar en equipo es una de las competencias más importantes y valoradas dentro de las competencias del siglo XXI. Una persona que es capaz de llegar a acuerdos, dialogar, resolver conflictos, interactuar correctamente con el resto de sus compañeros y compañeras así como adaptarse a ellos ellas será más exitosa en el futuro.
El mundo laboral y las empresas valoran cada vez más, además de la formación de las y los candidatos, aspectos como la implicación, la proactividad, el liderazgo y la buena gestión de equipos.
- CAPACIDAD COMUNICATIVA
En el mundo laboral y en la vida pública se valoran mucho las habilidades comunicativas sólidas, incluida la capacidad de articular ideas de manera clara y convincente tanto oralmente como por escrito. Cuando se domina esta habilidad, la persona adquiere confianza y el mensaje llega con mayor claridad al receptor.
Es por ello que el desarrollo de esta capacidad en la escuela es fundamental para que el alumnado adquieran todas esas destrezas que les permitan ser competentes.
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- LIDERAZGO
La sociedad necesita líderes responsables, eficientes y que trabajen por el bienestar de las y los que les rodean. El liderazgo implica también el desarrollo de una serie de habilidades sociales que permiten a las personas participar mejor en la vida familiar, social y laboral. Esto trae como consecuencia mejores resultados en todos los aspectos de la vida y, además, el avance hacia el logro de las metas personales.
La escuela ayuda a mejorar el liderazgo trabajando aspectos como la asertividad, la escucha activa o la toma de decisiones.
- CREATIVIDAD
La creatividad adquiere cada vez más importancia y relevancia en el mundo actual. Así, uno de los principales objetivos de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas, mediante el trabajo de la flexibilidad, la originalidad, la fluidez o la elaboración.
Promover experiencias que admitan las iniciativas del alumnado, diseñar un programa en el que el alumno o alumna pueda tomar decisiones o utilizar técnicas creativas que se adapten al nivel madurativo de las y los estudiantes son necesarias para que se pueda desarrollar esta competencia.
- AUTONOMÍA
La capacidad de autonomía resulta esencial en el aprendizaje del siglo XXI. Las y los estudiantes que son autónomos entienden su aprendizaje como una responsabilidad personal y están dispuestos a mejorar sus competencias a lo largo de toda su vida. Está comprobado que la o el estudiante que es autónomo suele tener mejores resultados académicos, y en este sentido, la escuela es el mejor espacio para aprender esta destreza.
Un buen proyecto educativo debe desarrollar la autonomía de sus alumnos y alumnas desde bien pequeños, proporcionándoles herramientas para lograr un nivel óptimo de esta capacidad. Aspectos como la autoeficacia, la autodisciplina o la responsabilidad adquieren un papel muy importante en este sentido.
- PENSAMIENTO CRÍTICO
El pensamiento crítico ayuda a las y los estudiantes a discernir entre lo cierto y lo falso, lo importante y lo superficial. Es una habilidad fundamental para distinguir entre un hecho y una opinión. Si bien es cierto que todas las personas tenemos la capacidad de pensar, esta es una competencia que puede y debe aprenderse. Una competencia, sin duda, fundamental para los tiempos actuales.
La escuela ayudará en el crecimiento del pensamiento crítico si favorece un clima en el que el error sea parte del proceso, plantea actividades para aprender a justificar, argumentar y analizar, enseña a dudar o promueve el conocimiento significativo.
- RESILIENCIA
Es la capacidad de asumir el fracaso y reponerse rápidamente del mismo. Una habilidad que cobra cada vez más importancia por la situación de constante cambio e incertidumbre en la que nos encontramos. La resiliencia se trata de un aprendizaje que puede darse durante toda la vida y, más allá de las particularidades de cada persona, todos y todas podemos aprender a ser resilientes.
Las escuelas son agentes fundamentales para que el alumnado pueda ser resiliente y sea capaz de sobreponerse a la adversidad, adaptarse a las presiones y enfrentarse a los problemas. Un ambiente en el que los límites son claros y firmes, se brinda apoyo y afecto, se establecen y transmiten expectativas elevadas así como realistas y se brindan oportunidades de participación será imprescindible para desarrollar la resiliencia.
- COMPETENCIA DIGITAL
La competencia digital es la capacidad de aplicar la tecnología para mejorar los procesos de aprendizaje, que resultarán fundamentales para el futuro. Se trata de algo indispensable, y supera en extensión y profundidad la mera alfabetización digital, ya que engloba otros aspectos como el tecnológico, el informacional, el audiovisual y el comunicativo. La competencia digital se divide en cinco subcompetencias:
- Información y Alfabetización.
- Comunicación y colaboración.
- Creación de contenidos digitales.
- Seguridad.
- Resolución de problemas técnicos.