Goian bego Fernando!

Días de vértigo.

El viernes por la tarde llegó la noticia hacia las 5 y media. Con Mikel fuimos a comunicarlo a la familia y después fue motivo de recuerdo y oración entre quienes participan en la Novena de Maria Auxiliadora.
Fernando había manifestado en casa que quería quedarse «para siempre»entre su gente de África (son gente de otra pasta como me decía una periodista de EITB) por lo que no quedaba espacio para la repatriación, situación aceptada por la familia, cuando aún la madre de Fernando (94 años) no sabía nada… aunque al final, la intuición de la madre… era inevitable.
Por ello animamos a que alguno de los hermanos, aceptado por Marcelino; pudiera al menos participar en lo que sabemos que será un día de agradecimiento popular, de la Comunidad educativa y, sobre todo, de los jóvenes a Fernando.

El sábado día de mayor ajetreo, había que esperar a fijar la fecha del funeral, buscar billetes, hacer los visados, proveer de pasaporte a Marcelino y luego la tele, la radio, los periódicos, que había que atender. Salimos ¡adelante!
Felizmente la colaboración ha sido enorme, incluido la del Embajador en Burkina y Mali, residente en Mali, que se puso a disposición total… Un sinfín de detalles que nunca agradeceremos suficiente…. O sea, el pesimismo que nos inunda, a veces no nos deja ver el bosque de bien que abunda a nuestro alrededor. ¡Una pena!
Juan Carlos, el P. Inspector me ha pedido acompañar a Marcelino y hacer presente a la inspectoría y la casa de Urnieta y aquí estamos.
Finalmente, el sábado a las 11 y algo de la noche pudimos sacar los billetes, y el domingo a las 12 en camino a Madrid. Pasaporte de urgencia en Barajas, visados de entrada en el consulado un domingo por la tarde….

Lunes a las 6 de la mañanita en marcha escala en Bruselas y salto hasta Ouagadoudou (premio para quien lo lea de una tirada)
Intervalo y mañana vuelo a Bobo Dioulasso donde aconteció todo.
Cuando regresemos haremos un funeral en el pueblo. Nos llega la noticia de mucha gente en la concentración de hoy. Luego siempre que da el «día a día» cuando, con frecuencia se nos olvida, que la vida entre otras, es más importante que otras a las que les demos a veces demasiado…
Me alargo y ya no es el momento…
Espero que algún recuerdo de vuestra parte haga que todo salga bien y que la vida de Fernando que sembraremos pasado mañana siga dando frutos.
Es más, recordar a todos que mucho de su vida, de su vocación y de su entrega tiene raíces entre vosotros cuando fue alumno del colegio. Algo de muchas de vuestras horas y de vuestra entrega, va también en la siembra. Eskerrik asko!